Vista del sueño: Alpine Dream (Snowboarding)

Este es el aspecto del desempeño máximo#

Hay algo innegablemente espiritual, incluso sobrenatural, en el deporte. Las proezas deportivas suelen definirse por extremos emocionales, la suerte del último segundo y saltos que desafían la gravedad. La leyenda de la NBA, Kareem Abdul-Jabbar, dijo una vez: “Juegas con tu alma, además de con tu cuerpo”. Creemos que a él le gustaría Alpine Dream (Snowboarding), un juego sobre la magia de saltar muy alto.

El desarrollador TheOtterbon explica la premisa de una forma muy hermosa en el tutorial de bienvenida: esta es la versión definitiva del snowboard para tu mente inconsciente, donde todo es posible. Puedes forzar las leyes de la física a tu voluntad. Consigue suficientes puntos e incluso podrás acceder a un estado etéreo transformador. ¿Creías que un 360 nose grab era genial? Pues prueba a convertirte en una estrella fugaz y atravesar el cielo en llamas.

Pero nos estamos adelantando. Incluso sin estas habilidades místicas, surcar la nieve en Alpine Dream es un placer. Las tres pistas disponibles en la actualidad están meticulosamente diseñadas, desde las rectas, sembradas de pinos de las cuestas de Conifer Crest, hasta el emocionante recorrido por paisajes urbanos, o los lagos helados de Lunar Rest. Cada mapa tiene varias rutas alternativas (muchas de ellas convenientemente indicadas con banderas rojas, pero hemos dejado algunos saltos ocultos para que los descubras). De modo que no hay dos carreras iguales, lo que significa que es fácil pasar horas perfeccionando tu recorrido por una sola pista, y muchas más si quieres conseguir todas las plumas que se pueden recoger, muchas de ellas tentadoramente colocadas para recompensar los saltos más atrevidos. Las inteligentes decisiones de diseño te animarán a ir más alto, más rápido, más lejos: el sistema de puntuación con multiplicadores te empujará a encadenar saltos y piruetas más rápidamente, aprovechando al máximo cada obstáculo y cada cuesta. Además, los puntos de habilidad ofrecen un grado de progresión (aunque el juego podría ser más claro sobre cómo se consiguen y cuándo están disponibles).

Lo más importante de todo es lo satisfactorio que es moverse por Alpine Dream. Mediante un inteligente diseño de sonido y controles precisos, TheOtterbon ofrece una experiencia equiparable a pesos pesados del género, como SSX Tricky. Las acrobacias menos arriesgadas (en las que te podrás recuperar rápidamente, haciendo que sea más sencillo aterrizar o encadenar combos) como agarrar la parte delantera o trasera de la tabla, usan los botones delanteros, mientras que los ejercicios más atrevidos, como el Yoga Master, a menudo usan los gatillos y el mantener más tiempo presionado el botón, para ayudar a transmitir un tiempo de recuperación más largo. Es algo sutil, pero en un juego que se basa en activar la memoria muscular del jugador, es la diferencia entre un viaje divertido y uno exquisito.

En breve estarás entrando en un estado fluido casi mágico, en el que parecerás clavar incluso los combos más complejos sin esfuerzo; la sensación se ve amplificada por el tranquilo fondo de música lo-fi, la antítesis del habitual bajo excitante que hace subir el ritmo cardiaco. Por suerte, se las arregla para coincidir con haber conseguido suficiente energía para activar el truco etéreo. Con solo presionar unos botones, te encuentras haciendo el Holy Mackerel y surcando el éter como un pez, o meditando en la pose del loto mientras te sostienes en el aire para ampliar el temporizador de combo. Por supuesto, es absurdo. Pero hay un toque de verdad en cómo Alpine Dream captura esos milagrosos momentos deportivos en los que, por un instante, se rompe el velo entre lo posible y lo imposible y pareces volar.

VEREDICTO: Unos controles sublimes y un diseño inteligente elevan este tranquilo giro sobrenatural de los juegos de snowboard del pasado.

(Tienes que tener Dreams)