Vista del sueño: Jungle Bill VR

El juego de plataformas y aventuras tiene un diseño por niveles muy cercano al arte clásico#

Pocas emociones en videojuegos similares a la emoción de estar en donde probablemente no deberías. Aquí, a lo largo del camino sin iluminación, a través de la mismo casi demasiado ancho y, por supuesto detrás de la cascada, es en donde la sensación de exploración es más intensa. Entras en una conversación con el mundo y su creador; cada paso fuera del camino marcado es una pregunta planteada por el jugador. Los mejores desarrolladores, por supuesto, por lo general suelen tener respuestas.

Nbeyeler es uno de ellos. El juego de plataformas y aventuras Jungle Bill VR tiene una sutileza cautivadora: imagínate la exploración y la búsqueda de tesoros de Tomb Raider, pero sin los lobos acosándote y cambiando las pistolas gemelas por un salto doble. La húmeda jungla zumba suavemente a tu alrededor; las ruinas yacen en los charcos de sol, bajo las marquesinas. El laberíntico diseño de niveles te empuja a adentrarte con cada giro, dejándote frecuentemente en lugares destacados. El objetivo no es dominar el lugar, sino llegar a conocerlo, y Nbeyeler crea magistralmente el espacio en el cual ésta conversación entre el jugador y el mundo ocurre.

Cuando no está creando en Dreams, Nbeyeler trabaja como artista visual y actor en el legendario espectáculo de Las Vegas, Absinthe, por lo que no le resulta extraño llamar la atención de la audiencia. De manera brillante, ha conseguido transferir dicha experiencia sobre el escenario a la esfera interactiva con Jungle Bill VR. La adición más inteligente esta emitir que los jugadores se alternan entre las vistas en primera y en tercera persona en cualquier momento, presionando el botón circular. Es una decisión práctica: las secciones de las plataformas más complicadas (atención especial al templo del tesoro, con molinos con suelos de madera gastados, diseñados para hacernos tropezar) pueden jugarse en tercera persona para minimizar el riesgo de vomitar. Al mismo tiempo, cambiar la vista en primera persona permite explorar algunas zonas con más detalle. Su inclusión refuerza la intención de Jungle Bill VR: que este sea un lugar para saborear y disfrutar (incluso poner a prueba) más que para arrasar en una frenética por el botín. Ese mismo cambio de perspectiva es asombroso, especialmente en RV. En un momento estás haciendo saltar y rodar a un pequeño Bill a través de un diorama exquisitamente creada y al siguiente estásahí, contemplando con asombro los enormes templos.

Lo más llamativo aquí, es la increíble sensación de escala que alcanza Nbeyeler mediante decisiones creativas, además de técnicas. La ubicación de varias pistas (cavernas que se van convirtiendo en pasadizos rocosos, gigantescas estatuas enmarcadas por los arcos cercanos) está deliberadamente estudiada, animando a los jugadores a detenerse entre ciertas secciones en las plataformas y encontrar nuevas rutas (y coleccionables ocultos en los alrededores) en esta enorme zona. Sólo al mirar hacia abajo desde la mitad de un puente de madera, muy por encima del mundo, capas sobre capas de arquitectura desplegándose a nuestros pies, en una vista que recuerda mucho a las obras del Team Ico, nos damos cuenta de cómo Nbeyeler han logrado conseguir una escena tan vertical: cosas como las diminutas baldosas han sido ampliadas y reutilizadas como muros, y las escaleras se han reducido a detalles decorativos, ayudando con esto a ahorrar memoria.

En otras palabras, Nbeyeler tiene la mentalidad orientada hacia el detalle e infinitamente generosa que anticipa la curiosidad del jugador y siempre está gustoso de recompensarla. Podríamos pensar que hemos encontrado un pasadizo olvidado o que que nos hemos escabullido por un hueco al azar en la cara de un acantilado. Siempre, nos encontramos a Nbeyeler al otro lado, esperando con una brillante moneda o una vista especial y, suponemos, con una sonrisa.

VEREDICTO:Un juego de plataformas y aventuras compatible con RV, con una escala increíble, que hace de la exploración la auténtica protagonista (lo siento, Jungle Bill).